¡Nadie tiene derecho a hacerme daño!
Nadie tiene derecho a hacer daño a un niño, ni siquiera sus padres. Los niños deben recibir protección contra todas las formas de violencia (física, mental y sexual), abandono o negligencia, y contra el maltrato y la explotación. (Artículo 19)
Hay que proteger a los niños de las drogas. No pueden comprar, vender o producir drogas. (Artículo 33)
Hay que proteger a los niños contra todas las formas de explotación sexual y violencia sexual, incluyendo el matrimonio infantil. (Artículo 34)
Los adultos no pueden obligar a los niños a hacer algo peligroso. (Artículo 36)
Nadie tiene derecho a robar, secuestrar o vender a un niño. (Artículo 35)
No se puede trasladar a un niño lejos de sus padres sin que él esté de acuerdo, ni tampoco retenerlo en el extranjero, porque es un secuestro.
Si un niño ha sido secuestrado, los gobiernos deben hacer todo lo posible para liberarlo, independientemente del país en que se encuentre. (Artículo 11)
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